Incidentes por negligencia en las calderas
Las calderas son artefactos generadores de calor, produciéndose éste en forma de agua o vapor. Como en todo aparato que trabaja a presión, se puede producir una brusca expansión del vapor y del agua de su interior. Estos accidentes se producen generalmente por el colapso de alguno de los componentes del sistema, habitualmente debido a la corrosión o a fallas del instrumental de seguridad. Veamos los incidentes más comunes:
- En las calderas alimentadas por combustibles líquidos, se puede producir una explosión por la ignición del combustible vaporizado en el interior del hogar, es decir en el corazón de la caldera. El aumento de presión también puede ser debido a una falla del quemador que genera un reencendido.
- Otra situación peligrosa es la escasez de agua o la ausencia total de ella ya que por la acumulación de sarro se produce una elevación descontrolada de la temperatura.
- Ante un aumento en la presión de trabajo, si no se libera el vapor a través de la válvula de seguridad o bien se sobreeleva la presión por falla del manómetro o su falta de control, se plantea otra situación donde se puede provocar una explosión. El uso de un presostato es una de las formas de cortar la alimentación y evitar una explosión.
- La carcasa y algunas de las partes interiores de la caldera pueden ser afectadas por la corrosión, que debilitará sus partes metálicas. Por eso, al mantenerse constante la presión en su interior existe también riesgo de explosión. Lo mismo sucederá si la temperatura de trabajo excede los límites máximos permitidos para ese aparato.
Es evidente la importancia de mantener la caldera en buenas condiciones, como también debería serlo la importancia de contratar un Servicio de Mantenimiento y de reparación de calderas cualificado.
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